Los ingenieros de telecomunicación, con nuestra experiencia y conocimientos en tecnología, somos actores clave en la protección de los menores en el ámbito digital. Contribuimos, por ejemplo, en el desarrollo de sistemas de autenticación de edad, la implementación de filtros de contenido y el diseño de plataformas seguras para el uso de niños y adolescentes.
También tenemos un papel relevante en la educación y concienciación sobre los riesgos en línea, colaborando, desde nuestra experiencia y conocimiento, en la creación de materiales educativos y campañas de sensibilización dirigidas a padres, educadores y jóvenes sobre temas como el ciberacoso, la privacidad en línea y el manejo seguro de la información personal en Internet.
Ayer, en la presentación de la propuesta del Pacto de Estado en defensa de los menores, al que el COIT se adhirió hace unos meses, se arrojaron datos alarmantes sobre el impacto del mundo digital en nuestros niños y adolescentes:
- Un 80% de los jóvenes ingresan a contenido pornográfico en línea.
- Las llamadas a la Fundación ANAR por comportamientos suicidas y trastornos mentales han subido más de un 1.000%, con más de la mitad relacionadas directamente con el abuso de la tecnología.
- La adicción a los juegos electrónicos y el excesivo visionado de videos están comprometiendo la salud de nuestros niños y adolescentes.
- La desinformación deliberada y la manipulación digital están restringiendo los derechos de los menores.
Estos datos se contextualizan debido al amplio uso de dispositivos digitales por parte de los menores. Según el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital el 98% de los niños y niñas de entre 10 y 15 años utilizan Internet de manera habitual en España. La edad, el lugar de residencia, la renta del hogar y el número de miembros por familia condiciona la disponibilidad del móvil y ordenador, y también el uso de Internet.
Además, en torno al 80% de los adolescentes españoles mayores de 15 años utilizan redes sociales de forma habitual, lo que aumenta su exposición a riesgos en línea.
Unicef España en su estudio ‘Impacto de la Tecnología en la Adolescencia’ aseguraba que el 58,7% de los adolescentes españoles entre 11 y 18 años juega habitualmente a videojuegos y el 26,5% lo hace a diario. Además, el 54,7% que juega habitualmente lo hace con videojuegos designados por la Pan European Game Information (PEGI) como no adecuado para menores de 18 años.
Cuál es el papel que tenemos desde nuestra profesión
Desde el COIT, consideramos que la protección de menores en el entorno digital es una responsabilidad fundamental. Juntos, podemos trabajar para crear un entorno digital más seguro y protegido para las generaciones futuras.