14.000 millones de años tras el Big Bang esto sigue siendo un sin vivir. No hay descanso. Los átomos evolucionaron hasta formar estrellas, galaxias, planetas, satélites, cometas. En nuestro planeta, fuego, aire, agua, vida, extinciones y ahora globalización, contaminación y pandemias.
Hace 50.000 años la comunicación oral viajaba tres kilómetros a 1.235 km/hora. Hoy viaja a la velocidad de la luz y alcanza a más de 6.000 millones de personas.
En 1793 concedieron a Claude Chappe el primer título mundial de Ingeniero telegrafista y hace 100 años nació en España el primer ‘Homo Telecus’, por evolución provocada del ‘Homo Telegraficus’.
Desde entonces, la evolución se aceleró vertiginosamente. Surfeando la vanguardia estuvimos los Telecos, acuñando con nuestro Gran Sello ‘Tele’ prácticamente todas las actividades humanas, y así ayudamos a provocar la revolución de la información, la comunicación y el conocimiento. La economía del teletrabajo nos exigirá todavía más.
Este centenario es buen motivo para reflexionar si somos conscientes del verdadero peso de nuestra profesión y, sobre todo, si lo son los oráculos que controlan el discurso social: políticos y periodistas; periodistas y políticos. ¿Se lo explicamos?
Mientras tanto, un palíndromo: ¡arriba la birra!
Ángel Luis Gonzalo Pérez
Ex Decano del COIT y Ex Presidente de la AEIT durante 10 años.
Medalla de Honor de ambas Instituciones.
Ex presidente del Instituto de la Ingeniería de España.
Ingeniero del año en 1984.
(Esta tribuna ha sido publicada originalmente en el número 216 de la revista BIT)