El ciberespacio ofrece un sinfín de oportunidades de progreso para la sociedad, pero también se ha convertido en un nuevo terreno de juego para delincuentes que, bien en solitario o de manera organizada, con apenas un nickname y un computador, pueden realizar actividades criminales con importantes repercusiones para empresas o Estados. Los gobiernos de todas las naciones, conscientes de las crecientes amenazas que para la seguridad y la defensa se perfilan en este nuevo terreno de juego, cuentan de manera creciente con divisiones de ingenieros preparadas para actuar de forma rápida y eficaz en un nuevo entorno caracterizado por el anonimato, la asimetría de los acontecimientos, la escasa regulación en la materia y la no existencia de fronteras.
Sin duda la ciberseguridad se ha convertido en un ámbito con extraordinarias oportunidades profesionales para los ingenieros de telecomunicación, que deben cooperar para avanzar en los retos tecnológicos, pero también humanos y legislativos que se perfilan en el horizonte.
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