Page 47 - Revista BIT nº 211 - Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación
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Soluciones inteligentes sí, pero para la mayoría: Los proyectos inte- ligentes deberían intentar cubrir las necesidades de la mayor parte de los destinatarios (ciudadanía/visitantes). Las pruebas/proyectos piloto son in- teresantes, pero sólo el despliegue real pondrá en valor las iniciativas. Si el piloto es viable, pero el desplie- gue masivo no, igual es momento de plantear otros proyectos más realistas.
La  nanciación no es in nita:
Aunque puedan existir acciones muy interesantes, resulta más importante priorizar aquellas cuyo denominador común sean unos plazos de amorti- zación adecuados o unos resultados en el ahorro evidentes. Solo pensan- do así se permitirá cierta sostenibili- dad en los servicios que se pongan en marcha. Se puede obtener  nancia- ción externa para lanzar iniciativas, pero, a posteriori, habrá que demos- trar no solo la viabilidad inicial, sino la sostenibilidad de las soluciones inteligentes.
Se acerca la hora de dar resulta- dos: La población tiene que visualizar claramente los resultados. Hemos pa- sado de una época intensa en plani-  cación y desarrollo de soluciones a una etapa donde el balance  nal será una pieza fundamental. Hace falta poder diferenciar la evolución de la ciudad tras los cambios. Es la etapa de hacer los números de la inversión inteligente y, muy especialmente, de demostrarporquéseseleccionaron determinadas acciones frente a otras. Es evidente que hacer balance de proyectos puntuales siempre podrá aportar resultados positivos. Pero pre- ferimos tener en mente lo que deno- minamos “el ciclo de vida” y el sen- timiento de las personas. Es decir, el conjunto de proyectos/acciones para la ciudad que, sumados, consiguen ese efecto  nal de sentir que la ciu- dad responde, resulta agradable, ha- bitable, llena de oportunidades para el  ujo de vida normal de sus habi-
tantes. Aquí se complica el problema por lo complejo y costoso que puede resultar conseguir ese efecto de con- tinuidad en la población.
La clave sigue estando en plani - car: Siempre ha existido una cultura de la plani cación en mayor o menor gra- do en los gobiernos. Que se plani que más no signi ca que se haga necesa- riamente mejor. Nos sigue llamando la atención cómo muchas entidades lo- cales elaboran planes sectoriales que, de una u otra forma, se solapan con otras iniciativas. O cómo los planes Smart City son un simple subconjunto de proyectos que no enlazan adecua- damente con la plani cación general de la organización, con un plan de gobierno o con un plan estratégico de ciudad de mayor nivel.
Inteligencia y sostenibilidad:
Dos términos de máxima tendencia a día de hoy. Se habla de cómo las ciudades han de ser inteligentes y, a la vez, cómo los países —y por ende las ciudades — deben alinearse con los 17 objetivos de desarrollo soste- nible de nidos en Quito 2015. Todo ello como parte de la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible apro- bada por la ONU y donde también se tiene muy en cuenta para ese fu- turo el diseño de nuestras ciudades. Nuevamente, creemos que es hora
de priorizar iniciativas si lo que pre- tendemos es cubrir y/o alinear ambas tendencias. Las ciudades más avanza- das ya consideran la gestión sosteni- ble como un elemento clave en sus políticas de desarrollo. Y en el caso de ciertos destinos turísticos esta con- sideración puede ser aún más necesa- ria para minimizar el impacto negati- vo que puede provocar el turismo en el destino.
La dimensión importa: Las ciuda- des más pequeñas y manejables pue- den ir ganando importancia frente a los grandes entornos urbanos por su facilidad a la hora de establecer solu- ciones más directas, con un alcance más limitado. No olvidemos que la ciudad inteligente debería aportar so- luciones e cientes a toda la ciudada- nía y no para un sector o área concre- ta.Esunerrormuyextendidoeneste mundo de las ciudades inteligentes.
No debemos mezclar. La masi - cación de un sistema de transportes en Shanghai o la optimización de los tiempos medios de desplazamiento de una ciudad como México City o Hong Kong, a lo que puede suponer una optimización en el servicio de recogida de residuos de cualquier ciudad media en España o la plani-  cación de un área de parking. Una breve clasi cación nos puede ayudar
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PASADO, PRESENTE Y FUTURO INTELIGENTE


































































































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