Talento50+ en CHINA
Artículo de Lola Sanblás, Miembro del Grupo de Trabajo Talento50+

En los últimos años, todo a mi alrededor me señalaba a China…Quizá todo empezó en una charla en el Banco titulada “Tu próximo coche será Chino”, donde un compañero nos ilustró con datos, el rol tan determinante que había tomado China en el sector automovilístico, en cuya transformación digital trabajo desde hace 4 años. A partir de ese momento, mi cerebro empezó a filtrar todo lo que me llegaba, empecé a vivir el efecto Baader-Meinhof: mi profesora de inglés nos dijo que estudiaba chino y muchos miércoles nos hablaba de la cultura china, nuestro CEO nos recomendó leer a Julio Ceballos, “Observar el arroz crecer”, un amigo me envió el pdf del libro de Adrián Diaz Marro, “21 claves para entender la China del siglo 21”, en el banco entró un compañero chino a ayudarnos con las marcas chinas de automoción… Por eso cuando vi en LinkedIn el Programa de Intercambio de Competencias de Ingeniería China-España 2025, organizado por el Instituto de la Ingeniería de España y la Chinese Society of Engineers (CSE) pensé que era para mí!
La alegría inicial se tornó en pena al ver que no cumplía un requerimiento: tenía más de 45 años… Abandoné la idea, pero no dejaba de pensar en lo injusto del tema una y otra vez… No me rindo fácilmente, así que, en mi primera semana de vacaciones, releyendo el libro de Albert Triola mencionaba una cita de Nelson Mandela: “Que tus decisiones sean un reflejo de tus esperanzas, no de tus miedos” y así encontré la razón para aplicar. Y en el penúltimo día, mandé mi CV, con una nota que decía algo así como “aunque tengo más de 45 años, tengo la energía y las ganas de una persona de 30 y me encantaría que contasen conmigo en algún momento.”
En estos momentos pienso que ha sido la experiencia de mi vida. Me encuentro en un estado de fascinación y de gratitud ante la oportunidad que he podido vivir.
El objetivo del encuentro ha sido reforzar las competencias profesionales de los ingenieros chino-españoles, bajo el lema: “Bridging Engineers from China and Spain Through Engineering, Boosting the Enhancement of Engineering Competency”. ¡¡Y vaya si hemos aprendido y construido puentes!!
El programa ha sido muy intenso y ha incluido visitas a referentes tecnológicos e industriales de Shandong, como:
- Puerto de Qingdao: terminal automatizada de contenedores, uno de los más avanzados del mundo y primer puerto verde de Asia que integra Hydrogen + 5G.
- Planta de desalación Qingdao Bafang: la mayor instalación municipal de China basada en membranas de ósmosis inversa.
- Universidades y centros de investigación: como la Ocean University of China o la Qilu University of Technology, especializados en monitorización medioambiental marina.
- Infraestructuras singulares: el Jiaozhou Bay Cross-Sea Bridge y el Jiaozhou Bay Second Subsea Tunnel, actualmente el mayor túnel submarino en construcción en el mundo.
- Plataforma COSMOPlat (Haier): referencia internacional en internet industrial e industria 4.0.
En todas estas visitas hemos podido comprobar de primera mano cómo China ha invertido masivamente en infraestructuras clave —puentes, túneles, desaladoras, puertos, ferrocarriles— ejecutando planes a largo plazo con una sorprendente rapidez y adoptando con naturalidad las nuevas tecnologías.
La experiencia de visitar todas estas infraestructuras con un grupo tan diverso, en nacionalidad, genero, edad y otras ingenierías ha sido maravillosa. Estar en el puerto de Quindao y que tus compañeros navales te expliquen todo con rigor y pasión no tiene precio. Visitar el túnel o el puente con un compañero de caminos explicándote que en España somos referentes con la obra de la M30 a la vez que tu compañero chino te enseña su trabajo también es único.
Desde el punto de vista de las telecomunicaciones, la “ingeniería invisible”, mi compañero César de la Torre y yo hemos reflexionado sobre el papel del IoT, los datos y la IA para gestionar de forma eficiente todas estas infraestructuras críticas. Las comunicaciones en todas las infraestructuras eran esenciales, aunque no las protagonistas. Queda claro que la digitalización y la automatización no son una moda: son el futuro de las infraestructuras globales.
La China que he conocido no se parece en nada a la idea que tenía de ese país en mi cabeza.
He descubierto un país hospitalario, moderno, limpio, con gran preocupación medioambiental y con ganas de abrirse a Occidente. Hemos estado mucho tiempo diciendo que “EEUU diseña, China fabrica y Europa regula”. Eso ya es una frase del pasado. China es ya mucho más que la fábrica, han sido conscientes de la importancia de la tecnología y la innovación y se han marcado como objetivo ser también líderes en ese aspecto. Y creo que el fantástico recibimiento de las autoridades chinas ante la delegación de ingenieros es la muestra de esa decisión. En un mundo de la apariencia y el poder económico ser tratados como auténticos embajadores de España por ser ingenieros es algo que nos sorprendió a todos. Oír hablar de rigor y meritocracia en entornos científicos-políticos es algo a lo que no estamos acostumbrados.
Ahora puedo decir con un poco más de criterio que visitar China es viajar al futuro teniendo presente el pasado. China es la única civilización de la antigüedad que sobrevive. Para los no chinos y los chinos el futuro es incierto pero la comunicación entre ambos es imprescindible e inevitable. Hoy más que nunca, tenemos que mirar hacia Oriente, para entender nuestro futuro y también nuestro presente.
Vuelvo a España con renovada ilusión por lo que nos depara al futuro y contagiada por la pasión de mis compañeros chinos y españoles, dispuesta a seguir tendiendo puentes entre personas y conocimiento. Y muy orgullosa de ser ingeniera, porque la ingeniería es un idioma común: convierte diferencias culturales en oportunidades para crecer juntos y resolver desafíos globales.