Diez años de salud digital en España: si no pudiste asistir al webinar, aquí puedes verlo completo

Con motivo del décimo aniversario de la Asociación de Salud Digital (ASD), el Grupo de Trabajo E-salud del COIT organizó el pasado 22 de abril un webinar que reunió a dos referentes del sector: Jaime del Barrio, presidente de la ASD, y David Labajo, ingeniero de telecomunicación y experto en tecnología sanitaria. Moderado por Julio Jesús Sánchez, el encuentro ofreció una completa revisión de la evolución de la salud digital en la última década, sus avances, desafíos y perspectivas de futuro.
De concepto marginal a prioridad estratégica
En 2015, hablar de salud digital era “predicar en el desierto”. Así lo expresó Jaime del Barrio, quien subrayó que entonces apenas se intuía la magnitud del cambio que supondría la digitalización en el ámbito sanitario. Diez años después, la salud digital se ha consolidado como un componente esencial en la planificación de cualquier organización sanitaria, aunque el término siga llevándose como apellido.
La pandemia de COVID-19 marcó un antes y un después, acelerando la adopción de tecnologías como la telemedicina o la consulta virtual. Sin embargo, una vez superada la emergencia, buena parte de estos avances no han logrado consolidarse del todo.
Tecnología disponible, pero escasa adopción
Según David Labajo, la tecnología nunca ha sido el problema. “Ya en 2015 contábamos con herramientas maduras para mejorar la atención sanitaria: historia clínica electrónica, control remoto de pacientes, diagnóstico asistido…”. El verdadero reto ha sido su adopción efectiva, muchas veces limitada a pruebas piloto y condicionada por modelos de financiación que no siempre incentivan la eficiencia.
Interoperabilidad, eficiencia y gobernanza
Uno de los déficits más evidentes que persisten es la falta de interoperabilidad. Tal como denunciaron los ponentes, los sistemas de información de atención primaria, hospitales y salud pública no siempre están integrados, lo que fragmenta la atención al paciente y dificulta la eficiencia.
Además, destacaron la necesidad de una transformación digital que no se limite a digitalizar procesos existentes, sino que implique un cambio organizativo profundo. “Transformar no es informatizar lo mismo”, subrayó del Barrio.
A ello se suman retos como la capacitación de los profesionales sanitarios, la inversión en infraestructuras tecnológicas sostenibles o el refuerzo de la gobernanza institucional en torno a la salud digital.
Inteligencia artificial: entre la expectativa y la aplicación
La inteligencia artificial (IA) ocupa un lugar destacado en las estrategias de transformación. Labajo destacó aplicaciones concretas, como el cribado de cáncer de mama y pulmón, donde algoritmos validados por la FDA han demostrado su eficacia clínica.
No se trata, aclaró, de sustituir al profesional, sino de dotarlo de herramientas que mejoren la precisión diagnóstica y liberen tiempo para la atención directa. “No tenemos excusa para no empezar a adoptar soluciones de IA en procesos donde ya hay evidencia de su valor”.
Hacia una transformación impulsada desde todos los niveles
El cambio, coincidieron los ponentes, debe venir tanto “desde abajo” -con profesionales proactivos y pacientes cada vez más informados- como “desde arriba”, con políticas públicas alineadas y voluntad de transformar los marcos actuales. En este sentido, se valoró positivamente la Estrategia de Salud Digital del SNS y el trabajo que se está realizando desde Europa con el Espacio Europeo de Datos de Salud.
A modo de conclusión, del Barrio instó a “romper inercias, promover una visión compartida y dejar de hablar de salud digital para hablar simplemente de salud”.