Durante los últimos años todos hemos sido testigos del papel de las tecnologías de la información y las comunicaciones en los cambios que ha sufrido la sociedad. La democratización del acceso a la información, la conectividad total en movilidad (todo momento, todo lugar), el desarrollo del comercio electrónico y las redes sociales, etc. han hecho que la tecnología sea ya un elemento más plenamente integrado en nuestras vidas. Y esto es así hasta tal punto, que las nuevas generaciones, “nativos digitales”, hacen uso de la tecnología sin realmente apreciar el papel transformador que su llegada ha tenido desde el punto de vista no sólo social, sino también económico, político, etc.
Así, se ha acuñado el término “transformación digital” para definir el proceso de adaptación de los diferentes actores económicos y sociales a los profundos cambios que el mundo digital ha provocado y está provocando, aprovechando de forma global su potencial para la mejora de las organizaciones y proyectando de esa forma lo que será la sociedad del futuro.
La transformación digital de la sociedad es a la vez una necesidad y una oportunidad, y así lo reflejan, tanto los diferentes informes que administraciones, consultoras, asociaciones empresariales y grandes corporaciones han publicado, como las iniciativas que, como resultado de los mismos, se están llevando a cabo, y que inciden en aspectos esenciales de nuestro ámbito como ingenieros de telecomunicación, tanto en el aspecto tecnológico (redes de telecomunicación avanzadas 5G, computación en la nube, internet de las cosas, big data, ciberseguridad, inteligencia artificial o robótica, entre otros), como en otros aspectos formativos (impulso de las vocaciones científico-técnicas, mejora de habilidades digitales de los ciudadanos), estratégicos (administración electrónica, ciudades inteligentes, contenidos digitales) y políticos (mercado único digital, talento digital – emprendedor).
Como se puede apreciar, la transformación digital está completamente asociada a las tecnologías y a los profesionales de la Ingeniería de Telecomunicación. Por este motivo el COIT, como protagonista del sector TIC, debe ser capaz de, como ya lo hace en otros ámbitos relacionados con la actividad de este sector, mostrarse como conocedor y prescriptor de los aspectos esenciales relacionados con los procesos de transformación digital, dando respuesta a las principales cuestiones que su desarrollo plantea.
De esta forma, seguiremos manteniendo nuestro papel de liderazgo en el ámbito de las TIC, como institución representativa de la capacidad profesional para acometer los cambios que la sociedad demanda.